El nadador gallego, campeón del mundo y plata europea en 400 metros libre S9, es un claro aspirante al podio en los Juegos Paralímpicos de Tokio.
Tímido fuera de la piscina, impávido en la cámara de salida y feroz e indómito en cada brazada. En la frontera entre la adolescencia y la edad adulta asoma el rostro imberbe de Jacobo Garrido, un diamante acuático de 19 años que ya tiene en su poder la corona mundial en 400 metros libre S9. El nadador coruñés, moldeado por Jesús de la Fuente, sometido en ocasiones al método de Fred Vergnoux -el gurú francés que llevó a Mireia Belmonte al oro olímpico- y que ha dado otro salto de calidad bajo el paraguas de Jaume Marcé en el Centro de Alto Rendimiento de Barcelona, persigue ahora el oro en los Juegos Paralímpicos de Tokio tras ser subcampeón de Europa este curso.